Hablemos sobre protección solar infantil...

La importancia de la protección solar en bebés y niños

En los últimos años la industria de cuidado de la piel, salud y belleza ha dado a conocer información valiosa sobre la importancia del uso correcto de protector solar. Estudios han demostrado que los diferentes tipos de radiación UV causan daños a corto, mediano y largo plazo, como; enrojecimiento, alergias solares, manchas, foto-envejecimiento, hasta un daño celular profundo que puede ocasionar la formación un melanoma (cáncer de piel). Hoy en día se ha logrado tener un gran avance en este tema, cambiando la idea de usar protector solar solo cuando estamos directamente expuestos al Sol o de vacaciones en la playa. Si lo analizamos bien, desde los primeros días de vida estaremos expuestos a la radiación UV, agentes contaminantes y factores del medio ambiente que generan un daño acumulativo en la piel.

La protección solar en bebés y niños es indispensable, ya que, en los primeros años de vida la piel es más delgada y su sistema de pigmentación (es decir, su capacidad para "broncearse") aún se está desarrollando, lo que significa que los bebés y niños aún no cuenta con defensas naturales que un adulto tiene para proteger la piel de los rayos UV.

Recomendaciones para la protección solar diaria en bebés y niños

Se recomienda de los bebés no se expongan directamente al sol por lo menos durante los primeros 6 meses de vida y en caso de estar expuestos, siempre deberán mantenerse protegidos por ropa o sombrilla. A partir de los 6 meses en adelante se recomienda usar fórmulas pediátricas que contengan filtros químicos y físicos, es decir, que tengan capacidad de absorción y reflexión en la piel.

Ahora bien, debido a que los niños se encuentran mucho más expuestos diariamente al Sol por la actividad al aire libre en escuela o actividades físicas como deporte, se recomienda fórmulas que sean resistentes al sudor, agua y fricción; el protector solar preferentemente deberá ser una fórmula que sea libre de perfumes o fragancias, esto ayudará a evitar reacciones en pieles sensibles.

Para la selección correcta de SPF (factor de protección solar) se debe considerar el de piel del niño o niña, esto es la “resistencia” que tenga la piel ante la exposición solar, por lo tanto, pieles muy blancas y sensibles que se enrojecen o sensibilizan fácilmente deberán usar un FPS50+, mientras que pieles más oscuras que se broncean y difícilmente presentan reacción ante el sol podrán aplicar fórmulas con SPF30+ y se encontrarán protegidas de igual manera.

Es importante considerar que en el mercado de cuidado de la piel ya existen productos de protección solar especialmente formulados para niños y bebés, mismos que están diseñadas para brindar la máxima protección solar, resistencia ante factores externos y sobre todo fórmulas que sean .

Por último, tanto en niños, adolescentes como adultos se recomienda aplicar protección solar al menos 15 minutos antes de salir de casa y reaplicar cada 4 horas o de acuerdo con la exposición solar que se tenga durante el día, incluso en aquellos días nublados donde aparentemente no hay tanto riesgo del sol.

Estas recomendaciones ayudarán a prevenir el daño solar a corto, mediano y largo plazo, pero sobre todo ayudarán a tener una vida mucho más segura y responsable.